Welcome to London!
- ConexiónVegana
- 29 jul 2018
- 2 Min. de lectura

¡Hola a todos!
Después de años con muchísimas ganas de conocer Londres, ¡por fin voy a hacerlo!
Siendo sincera este no es un viaje cualquiera para hacer turismo, se trata de un viaje muy especial...
Cuando tenía trece años mi colegio organizó una dinámica para que nos pusiéramos en contacto con niños de diferentes países y pudiéramos aprender sus idiomas. Al estar estudiando inglés, empecé a entablar una amistad por correspondencia con una chica inglesa llamada Audrey, los años fueron pasando hasta convertirse en mi mejor amiga a día de hoy pero lo curioso es que por un motivo o por otro nunca nos hemos visto... ¡Hasta ahora!

Tenía una semana de vacaciones programada para julio y pensaba ir a Sevilla para ver a mi familia ya que actualmente estoy viviendo en Bélgica pero, tras ojear algunas de las opciones, todas eran bastante caras.
Estaba hablando con Audrey cuando ella volvió a preguntarme cuándo iría a verla (ya se había convertido en una pregunta recurrente entre nosotras), sin muchas pretensiones empecé a buscar un billete a Londres para la semana que tenía de vacaciones y encontré uno a muy buen precio.
Todo pasó muy rápido y cuando me quise dar cuenta ya lo había comprado. Entré en shock, literalmente. Iba a ver por primera vez a mi mejor amiga tras más de diez años de amistad, ninguna podíamos creérnoslo y no parábamos de hacer planes.
Audrey me pidió que hiciera una lista con lo que más me apetecía conocer de Londres dado que era mi primera visita, así que anoté un poco de todo: Picadilly, Oxford Street, Soho, Carnaby, China Town... Y por supuesto: museos.
Por fin el día llegó. Mi avión salía del aeropuerto de Zaventem a las 19:20 y sentía una mezcla de felicidad y vértigo, soy una persona extremadamente tímida y me entra ansiedad cuando voy a conocer a alguien nuevo, la diferencia es que Audrey no era nueva en absoluto.

Cuando llegué tuve que respirar hondo varias veces antes de atravesar las puertas de salida del aeropuerto. Mi amiga y su novia, Kosi, estarían esperándome allí para recogerme e irnos juntas a casa.
Debo deciros que en cierta medida, tenía miedo. Para alguien tan tímida como yo el hablar mediante cartas, correo electrónico o teléfono es una forma de protección y en ese momento allí estaba yo: sola ante el peligro y sin ningún aparato electrónico de por medio.
Se me pasaron mil ideas por la cabeza: ¿Y si en persona no nos llevábamos bien? ¿Y si no le caía bien a su novia? Iba a estar con ellas durante diez días... ¿Y si la convivencia era horrible?
¿Habéis escuchado la expresión "hablar sin palabras"? Eso fue lo que ocurrió exactamente cuando salí por aquellas puertas. Las tres nos miramos, aparecieron sonrisas que nos ocupaban toda la cara y nos fundimos en un abrazo que expresó todos esos años de amistad.
Cogimos el tren para llegar a casa y no podíamos dejar de hablar, era como si nos hubiéramos visto el día anterior: no existían los silencios incómodos. Kosi era estupenda, me hizo sentir cómoda desde el primer momento y pude comprobar por qué Audrey la había elegido.
Ellas viven cerca de la parada de metro de Shepherd's Bush, en un pequeño apartamento muy acogedor y cuando llegué puedo decir que verdaderamente, ya me sentía en casa.
I love you ❤️